María A Arruda
Un inhibidor de la proteasa antirretroviral oral actualmente aprobado para el tratamiento de la infección por VIH. Lopinavir/ritonavir se ha utilizado en ensayos clínicos para el tratamiento de COVID-19. Los resultados de una pequeña serie de casos encontraron que la evidencia del beneficio clínico con lopinavir/ritonavir era equívoca. Un ensayo controlado aleatorizado de 200 pacientes con enfermedad grave encontró que el tratamiento con lopinavir/ritonavir más la atención estándar (es decir, oxígeno, ventilación no invasiva e invasiva, antibióticos, vasopresores, terapia de reemplazo renal y oxigenación por membrana extracorpórea, según sea necesario) no se asoció con una disminución del tiempo hasta la mejoría clínica en comparación con la atención estándar sola, y la mortalidad a los 28 días fue similar en ambos grupos. Los resultados preliminares del ensayo RECOVERY del Reino Unido encontraron que no hay un efecto beneficioso de lopinavir/ritonavir en pacientes hospitalizados con COVID-19. No hubo diferencias significativas en la mortalidad a los 28 días, el riesgo de progresión a ventilación mecánica o la duración de la estancia hospitalaria entre los dos grupos de tratamiento (lopinavir/ritonavir frente a la atención habitual sola), y los resultados fueron consistentes en diferentes subgrupos de pacientes. Lopinavir/ritonavir puede aumentar el riesgo de bradicardia, especialmente en pacientes mayores y gravemente enfermos. Lopinavir/ritonavir solo debe utilizarse en el contexto de un ensayo clínico.