Ángel Michele Carella
Los microARN (miARN) son secuencias cortas de ARN no codificante sintetizadas en el núcleo celular, a través de un complejo proceso biosintético de múltiples pasos que comienza con la ARN polimerasa II; se estima que el genoma humano contiene más de 2500 miARN maduros. Los miARN regulan una amplia gama de procesos biológicos como la diferenciación, proliferación y desarrollo celular, la comunicación entre células, el metabolismo celular y la apoptosis. Los miARN también parecen regular la señalización de insulina, la inflamación inmunomediada, la expresión de adipocinas, la adipogénesis, el metabolismo lipídico y la ingesta de alimentos. Existe evidencia de que los miARN pueden tener un papel en los mecanismos moleculares vinculados a las vías celulares de algunas enfermedades, como las infecciones virales, el cáncer, la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. El reciente descubrimiento de miARN circulantes fácilmente detectables y medibles en el plasma y otros fluidos corporales, condujo a la hipótesis de su papel potencial como indicadores de enfermedad. Se encontró que los niveles circulantes alterados de varios miARN estaban vinculados a la diabetes tipo 1 y tipo 2, tanto al inicio como en la enfermedad avanzada. Se encontraron al menos 12 miRNA circulantes desregulados de manera consistente en la diabetes mellitus tipo 1 y, más o menos, 40 miRNA circulantes en pacientes diabéticos tipo 2. MiR-126 parece ser el miRNA más vinculado a las vías y al desarrollo de la diabetes tipo 1 y tipo 2 y sus complicaciones. La desregulación de varios miRNA involucra diferentes aspectos de la enfermedad diabética: control glucémico, función residual de las células beta, secreción y sensibilidad a la insulina, complicaciones micro y macrovasculares, particularmente disfunción endotelial, enfermedad renal y retinopatía. Se ha confirmado que la expresión alterada y la desregulación de los miRNA circulantes se correlacionan con la obesidad y sus enfermedades relacionadas; Un amplio panel de miRNA circulantes está involucrado como miR-17-5p, -132, -140-5p, -142-3p, -222, -532-5p, -125b, -130b, -221, -15a, -423-5p, -520c-3p. Aunque se encontraron diferentes niveles de varios miRNA circulantes asociados significativamente con el aumento de peso, la mayoría de los datos se refieren a comorbilidades y complicaciones de la obesidad como resistencia a la insulina, prediabetes, diabetes (miR-15b, -138, -376a y -503 en particular), alteraciones del metabolismo lipídico, desregulación de la adipogénesis (miR-143 y -221) y procesos inflamatorios. Además, se obtuvieron varias evidencias en niños obesos (miR-122 y -199a) y algunos datos en recién nacidos y obesidad materna pregestacional y gestacional (miR-122, -324-3p, -375, -652 y -625); la expresión de algunos miRNA difiere en los bebés nacidos de mujeres obesas en comparación con los bebés nacidos de mujeres delgadas, por lo que los cambios en la expresión de miRNA podrían participar en la programación fetal epigenética de trastornos metabólicos en niños nacidos de mujeres obesas. En niños obesos, miR-486, -146b y -15b podrían ser útiles para predecir el riesgo futuro de diabetes tipo 2. Los miRNA circulantes a principios y mediados del embarazo están asociados con la diabetes gestacional, particularmente en mujeres que tienen sobrepeso antes del embarazo. Por último,Se observó una importante regulación negativa de varios y diferentes miRNA en sujetos con sobrepeso/obesidad después de una dieta de índice glucémico bajo o alto y después de una dieta baja en grasas; además, los miRNA circulantes podrían ser nuevos biomarcadores potenciales para los beneficios de la cirugía bariátrica y los efectos del ejercicio suave, en la predicción de mejoras en el riesgo cardiometabólico. Existen evidencias científicas que sugieren un papel potencial de la detección de miRNA circulantes como fuente útil de biomarcadores diagnósticos, pronósticos y terapéuticos en pacientes obesos y diabéticos. Límites principales: El número, la duración y el tamaño de la muestra de los estudios clínicos son pequeños; la fuente de miRNA circulantes, los procedimientos de extracción, las cantidades de muestras de sangre y los métodos de análisis, así como la naturaleza promiscua de los objetivos de miRNA, las dificultades para obtener la especificidad del tejido y, en particular, los altos costos requeridos para la detección de miRNA pueden contribuir a la incertidumbre observada en la literatura, destacando la necesidad de métodos reproducibles y bien estandarizados. Además, se deben desarrollar ensayos de bajo costo y amplia disponibilidad para detectar miRNA circulantes con alta sensibilidad/especificidad. Se necesitan estudios clínicos controlados aleatorizados, de gran tamaño y a largo plazo para determinar si los miRNA circulantes podrían desempeñar un papel como biomarcadores de obesidad y diabetes en la práctica clínica diaria.