Hathasa Gangavarapu*
La muñeca es un complejo articular compuesto por las articulaciones radiocarpiana, radiocubital distal y mediocarpiana. Estas están recubiertas por una cápsula fibrosa y están controladas por múltiples ligamentos, tendones y otros tejidos blandos que proporcionan estabilidad al carpo tanto en la cara dorsal como en la lateral. La ecografía (USG) y la resonancia magnética (MRI) desempeñan un papel vital en la caracterización de las patologías de las articulaciones deslizantes. La USG proporciona una identificación fiable de la naturaleza quística o sólida de las lesiones y puede facilitar la identificación en función de sus patrones de imagen [1]. El dolor de muñeca se clasifica tradicionalmente como dolor agudo causado por una lesión específica o como dolor subagudo/crónico que generalmente se desarrolla gradualmente con o sin un evento traumático previo. En estos casos, el diagnóstico es amplio e incluye tendinopatía, tendinitis, sinovitis, artritis y ganglios [2]. La historia y el examen físico conducen a la identificación adecuada en la mayoría de los casos. Una vez que la identificación sigue sin estar clara, cualquier estudio de imagen, como radiografía simple, gammagrafía ósea, ecografía (USG), radiografía (TC) o resonancia magnética (MRI), podría ayudar a determinar la causa [3].