Bindi Patel y Ankit Agrawal
Un hombre sano de 34 años se presentó al Departamento de Emergencias con un historial de un mes de cefaleas con dolor detrás del ojo izquierdo y asociado con aura de escotomas centelleantes, fotofobia y vómitos. El examen neurológico fue pertinente solo para hiperreflexia difusa. El hemograma completo reveló leucocitosis de 14.300 por milímetro cúbico (rango de referencia 4.000-11.000). El resto de los parámetros bioquímicos estaban dentro de los límites normales. La resonancia magnética cerebral (Panel A) y la espectroscopia RM (Panel B) fueron compatibles con gliomatosis cerebral. El paciente comenzó a tomar dexametasona, que continuó después del alta [1]. A los cuatro meses de seguimiento, el paciente está clínicamente asintomático y ha diferido la biopsia cerebral recomendada. La gliomatosis cerebral es un tipo de astrocitoma que se caracteriza por una expansión rápida y difícil de localizar que se infiltra en múltiples áreas del cerebro simultáneamente. En Estados Unidos se diagnostican menos de 100 casos cada año y los pacientes tienen un pronóstico muy malo [2].