Realidad virtual Rezaee Hassanabadi
Las preocupaciones éticas no sólo afectan a los intereses de los pacientes, sino también a los de los cirujanos y de la sociedad. Los cirujanos eligen entre las opciones que tienen a su disposición porque tienen opiniones particulares sobre lo que sería bueno (o malo) para sus pacientes.
La ética y la intervención quirúrgica deben ir de la mano. En cualquier otro ámbito de la vida pública o privada, si alguien corta deliberadamente a otra persona, le hace sangrar, le causa dolor, le deja cicatrices y altera su actividad cotidiana, lo más probable es que se le acuse de un delito. Si la persona muere como consecuencia de ello, se le podría acusar de homicidio o incluso de asesinato. Por supuesto, se argumentará con razón que la diferencia entre el delincuente y el cirujano es que este último causa daños sólo de manera incidental. La intención del cirujano es curar o controlar la enfermedad, y cualquier invasión corporal que produzca se produce sólo con el permiso del paciente.
La medicina pregunta: “¿Qué se puede hacer por el paciente?”
La ética pregunta: “¿Qué se debe hacer por el paciente?”