Manisha M Brahmbhatt, Pina J Trivedi y Prabhudas S Patel
Reordenamientos cromosómicos altamente complejos en pacientes con leucemia mieloide crónica: una experiencia india
Durante la progresión de la leucemia mieloide crónica (LMC) desde la fase crónica a la fase acelerada y/o crisis blástica, se observa con frecuencia una evolución clonal con aberraciones secundarias no aleatorias como +8, +Ph, i(17q), +19, -Y, +21, +17 y -7. En el 5-10% de los casos de LMC, se observan translocaciones variantes o complejas (CT) que pueden dar lugar a patrones de señal de hibridación in situ con fluorescencia (FISH) atípicos. Los reordenamientos cromosómicos complejos (CCR) son bastante raros, y la importancia y la frecuencia de las diferentes anomalías son poco conocidas. El objetivo de este estudio fue identificar el papel del CCR altamente complejo (hCCR) en pacientes con LMC y también determinar los cromosomas y las regiones cromosómicas que están implicadas en el CCR en el momento del diagnóstico y la frecuencia de cambios no aleatorios en una gran serie de 393 pacientes con LMC. Se realizó citogenética convencional en 393 pacientes con LMC, de los cuales 8 pacientes mostraron reordenamientos cromosómicos altamente complejos. También se realizó FISH y FISH multicolor (M-FISH) para la caracterización completa de los cariotipos. Se encontró que más de tres cromosomas estaban involucrados en el hCCR. Un mínimo de 4 y un máximo de 7 cromosomas estaban involucrados en el hCCR. Además de los cromosomas 9 y 22, los cromosomas más frecuentemente involucrados en el CCR fueron los cromosomas 5, 10, 12 y 15 (x3); 1, 6, 11 y 17 (x2) y las regiones 5q, 10p, 12q y 15q (x3); 1q (x2). No hubo translocaciones complejas recurrentes. Un total de 4 pacientes fueron tratados con mesilato de imatinib (IM), y solo 2 pacientes mostraron una respuesta hematológica completa, mientras que no se logró una respuesta citogenética en ninguno de ellos. Nuestros datos mostraron que la presencia de hCCR resulta en un mal pronóstico. Por lo tanto, sugerimos que los pacientes con translocaciones variantes constituyen una categoría de “alerta” en la era del imatinib. Los hallazgos actuales también indican la alta inestabilidad genómica del genoma de las células malignas a nivel cromosómico. La determinación precisa de los puntos de ruptura involucrados en hCCR puede dar una nueva dimensión a la comprensión de los mecanismos genéticos que pueden desempeñar un papel en la leucemogénesis. La participación de cromosomas distintos del 9 y el 22 no es un evento aleatorio, sino que podría depender de características genómicas específicas. La presencia de varios genes y/o miRNA en los puntos de ruptura identificados sugiere su posible participación en la patogénesis de la LMC.