Jeffry Beta Tenggara
Introducción: El docetaxel se ha utilizado con frecuencia para tratar tumores sólidos, principalmente cáncer de mama, al interrumpir la función de los microtúbulos para inhibir la división celular. Aunque se sabía que este agente causaba mialgia, artralgia y neuropatía, hay pocos informes desde 2005 que publicaran la complicación de miositis de este agente. Presentamos un informe de caso de fascitis necrosante como una condición de miositis continua que ocurrió después del tratamiento con docetaxel. Informe de caso: Mujer de 44 años diagnosticada con carcinoma mamario invasivo ductal en estadio IIIB (ER/PR+ HER-). Se sometió a quimioterapia con docetaxel y doxorrubicina después del tratamiento quirúrgico. Después del sexto ciclo de quimioterapia, la paciente tenía dolor en ambos muslos, especialmente en el lado izquierdo. El síntoma progresó hasta que se observaron ampollas en la piel y se desarrolló una úlcera. El examen físico mostró signos vitales normales, ulceración en la parte posterior del muslo izquierdo con secreción purulenta mínima, rígida y dolorosa a la palpación. El resultado de laboratorio mostró PCR y ESR elevados sin leucocitos elevados y cambio en el recuento diferencial. La ecografía Doppler mostró edema de tejidos blandos sin signos de TVP o trombo, la resonancia magnética contrastada mostró engrosamiento y edema del músculo del muslo, realce del aductor corto, semitendinoso, glúteo mayor y vasto lateral, que son compatibles con miositis necrosante. La tomografía por emisión de positrones (PET)-TC reveló un patrón irregular necrótico en el tejido subcutáneo, incluidos los músculos de ambos compartimentos posteriores del muslo, con predominio izquierdo. El resultado fue diferente al estudio PET-TC anterior que se realizó antes de la administración de docetaxel. Se sospechó que tenía miositis complicada con infección secundaria y se planeó someterla a desbridamiento quirúrgico. En el procedimiento intraoperatorio, el cirujano encontró tejido muscular necrótico sin signos de infección primaria. Los tejidos se enviaron para examen patológico. El examen patológico reveló tejidos necróticos con inclusión de gas, células inflamatorias (PMN y linfocitos) y tejidos vasculares necróticos, hallazgos compatibles con fascitis necrosante. En la década de 1990, los informes de efectos secundarios de docetaxel comenzaron a revelar una condición de miopatía con fisiopatología inexplicable. Los casos documentados de miositis inflamatoria aguda en pacientes tratados con docetaxel comenzaron a publicarse desde 2005. Hasta 2015 hay menos de 10 casos reportados como efecto secundario de miositis por docetaxel. La teoría propuesta que vincula este efecto fue miotoxicidad directa, fuga sistémica de proteína en el espacio intersticial, aumento de los niveles de citocinas (principalmente IL-6, IL-8, IL-10), daño muscular indirecto a través de hipocalcemia e hipertermia y acumulación de fosfatasa ácida en el lisosoma muscular. Aunque la miositis inducida por docetaxel fue un diagnóstico de exclusión, este raro efecto secundario debe considerarse para prevenir un mayor deterioro de la condición.
Discusión: La miositis y la fascitis necrosante son efectos secundarios poco frecuentes del docetaxel, que solo se han documentado en unos pocos informes desde 2005. Existen varios mecanismos propuestos que vinculan esta afección. Se necesitaba tener en cuenta y reconocer esta afección de manera temprana para prevenir un mayor deterioro.