George V Dedoussis, Chara Vezou y Ioanna-Panagiota Kalafati
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) tiende a ser una nueva epidemia. Ahora se considera como el nuevo elemento del síndrome metabólico, ya que está altamente correlacionada con la obesidad y la diabetes mellitus tipo II. Sin embargo, hay algunos pacientes cuya enfermedad no está vinculada a anomalías metabólicas; la etiología de este tipo de enfermedad es el trasfondo genético. Los principales contribuyentes genéticos a la NAFLD son PNPLA3, TM6SF2 y GCKR. Las variaciones genéticas en estos loci se han asociado con la aparición y progresión de la NAFLD. Además, los hábitos dietéticos y la ingesta de nutrientes pueden afectar el estado de la enfermedad. La composición de la dieta, como los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) antiinflamatorios y proinflamatorios y la ingesta de carbohidratos, junto con la ingesta de energía constituyen factores clave en la patogénesis de la NAFLD y el desarrollo de la esteatohepatitis no alcohólica (NASH). Hasta ahora, el tratamiento de la NAFLD se basa en la intervención dietética generalizada. Sin embargo, existe una necesidad urgente de asesoramiento dietético personalizado para proporcionar a los profesionales de la salud herramientas de manejo de la EHGNA más precisas y drásticas. La nutrigenética es un campo que examina cómo la variación genética afecta la respuesta a la dieta o los nutrientes. Esta revisión de la literatura satisface la necesidad de un resumen de todos los datos disponibles sobre la nutrigenética de la EHGNA. Hasta el momento, los estudios en el área son escasos; sin embargo, son prometedores para futuras intervenciones dietéticas personalizadas , con el objetivo de reducir la incidencia de la EHGNA.