Momme Kück, Lothar Stein, Carina Hoyng, Lena Grams, Arno Kerling, Katrin Schlüter y Sibylle Junge
Objetivos: La disfunción pulmonar es la principal causa de mortalidad en la fibrosis quística y tiene una estrecha relación con la desnutrición. Por ello, la detección temprana de la desnutrición es esencial para iniciar intervenciones nutricionales lo antes posible. De forma rutinaria, se utiliza el índice de masa corporal (IMC) como marcador de desnutrición. Para evaluar si la composición corporal puede ser un mejor predictor de la desnutrición, se determina el ángulo de fase estandarizado (AFE) a modo de comparación.
Métodos: Dividimos a 156 niños y adolescentes con fibrosis quística según la gravedad de la disfunción pulmonar en grupos de disfunción normal (NF n=120; FEV1 % ≥ 75%) y disfunción grave (SF n=36; FEV1 % <75%), utilizando el FEV1 % medido por espirometría para la clasificación. Para evaluar el estado nutricional, calculamos el IMC-Z-Score y determinamos la SPhA con análisis de bioimpedancia.
Resultados: Una correlación intraclase no mostró concordancia entre el puntaje Z del IMC y la SPhA. Las regresiones múltiples por pasos con el FEV1 % como variable dependiente mostraron que el puntaje Z del IMC fue el único predictor significativo en NF y representó el 16 % de la varianza observada. En SF, el 34 % de la varianza fue explicada por la SPhA.
Conclusión: La SPhA puede ser un mejor indicador pronóstico de disfunción pulmonar grave en niños y adolescentes con fibrosis quística que el índice de masa corporal (IMC-Z-Score). Por lo tanto, el reconocimiento temprano de la desnutrición mediante la SPhA puede mejorar los resultados clínicos mediante el inicio temprano de intervenciones nutricionales.