Isabella García
La piel, el órgano más grande del cuerpo, actúa como barrera protectora entre el entorno interno y el mundo externo. Está sujeta a una multitud de factores que pueden influir en su salud y apariencia, incluidos la genética, la exposición ambiental y la nutrición. Una nutrición adecuada desempeña un papel importante en el mantenimiento de una piel saludable, la prevención de enfermedades cutáneas y la promoción de una apariencia juvenil. Este estudio explora la importancia de la nutrición de la piel, centrándose en el papel de los antioxidantes y los ácidos grasos omega-3 en el mantenimiento de la salud y la vitalidad de la piel [1].