Narantogtokh Davaajav y Sachiko Sukigara
Los pelos finos de una tela de cachemira (es decir, su vellosidad) generan su suavidad, calidez y brillo único. Para hacer que la cachemira sea más popular, necesitamos elementos que agreguen valor y especificaciones de calidad para desarrollar nuevos productos de ropa. En este estudio, se examinó un método de caracterización de la superficie para especificar el efecto de los pelos en la suavidad, el brillo y la calidez de las telas de cachemira. El brillo se midió utilizando un gonioespectrofotómetro mientras se giraba la tela. Se encontró un CIELAB L* alto para ángulos de rotación θω alrededor de 90°, correspondientes a una superficie de fibra alineada, pero no para conjuntos de fibras aleatorios. La forma del gráfico de L* versus θω se vio afectada por el grado de vellosidad y su dirección. Al medir la rugosidad de la superficie (SMD) con un comprobador de superficies, se observó una diferencia en la reflexión de la luz entre las direcciones de urdimbre y trama de la tela según la dirección de la vellosidad. Las superficies de tela con valores más pequeños de SMD mostraron valores más grandes de L*. Estos pelos superficiales y la vellosidad también se observaron claramente como diferencias en la fricción de la superficie. Para el flujo de calor transitorio (qmax) relacionado con la percepción del calor, las muestras más peludas mostraron valores más bajos que las muestras menos peludas.