Massimo Origoni, Patrizia De Marzi, Giada Almirante, Jessica Ottolina, Luigi Frigerio, Marco Carnelli, Chiara Gelardi y Massimo Candiani
La aneuploidía, definida como una cantidad anormal de ADN en los núcleos de las células, es la anomalía genética observada con mayor frecuencia en las células cancerosas. Las alteraciones en el control del ciclo celular y la segregación cromosómica incorrecta muy a menudo resultan en la acumulación de material genético excesivo. Estas redistribuciones genéticas desequilibran simultáneamente muchas proteínas estructurales y reguladoras. Esta inestabilidad cromosómica puede estar asociada con mutaciones en genes supresores de tumores o pérdida de la función de los genes de reparación de desajustes. Estas son vías comunes de cancerogénesis en el cáncer de endometrio. El cáncer de endometrio representa la neoplasia maligna más común del tracto genital femenino y generalmente se asocia con resultados favorables para los pacientes afectados. A pesar de esto, las tasas de recurrencia y muertes relacionadas con la enfermedad se informan constantemente en series publicadas, también en los grupos de pacientes definidos como de bajo riesgo. Por lo tanto, es razonable creer que los factores pronósticos tradicionales (estadio quirúrgico, tipo histológico, gradación del tumor, profundidad de invasión del miometrio, afectación de los espacios vasculares) no responden definitivamente a las necesidades clínicas de un tratamiento integral. La determinación de la ploidía del ADN en el cáncer de endometrio ha sido ampliamente investigada en las últimas décadas y existen evidencias claras de su clasificación directa con el pronóstico. A pesar de ello, la escasa aceptación y el escepticismo son creencias comunes en la comunidad científica. El objetivo del trabajo ha sido el intento de subrayar, con solidez científica, la importancia y la potencial utilidad clínica de esta determinación en la práctica oncológica ginecológica .