Una lesión cutánea es cualquier cambio en el carácter normal de la piel. Una lesión cutánea puede ocurrir en cualquier parte de su cuerpo y cubrir un área pequeña o grande. Las lesiones cutáneas pueden ser singulares o múltiples, confinadas a un área específica del cuerpo o distribuidas ampliamente. Las lesiones cutáneas incluyen sarpullidos, quistes, sacos llenos de pus, ampollas, hinchazón, decoloraciones, protuberancias, endurecimiento o cualquier otro cambio en la piel. Las lesiones cutáneas pueden deberse a una amplia gama de causas, tan inofensivas como un pequeño rasguño o tan graves como el cáncer de piel. Un lunar de piel normal es de color tostado, marrón o negro. Los lunares suelen ser redondos y de menos de 6 mm (1/4 de pulgada) de diámetro. Los síntomas de una lesión cutánea incluyen un lunar nuevo y un lunar antiguo que ha cambiado de forma, color o tamaño. Los síntomas adicionales de una lesión cutánea incluyen bultos en la piel que aumentan de tamaño, sangran, supuran, contienen vasos sanguíneos o se vuelven escamosos o con costras.
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