Revista Internacional de Salud Mental y Psiquiatría

Una reevaluación de la clasificación y el tratamiento de los trastornos alimentarios: ¿debería reequilibrarse la importancia relativa de los síntomas y la etiología?

Sofía Weiss Goitiandia

La patología de los trastornos alimentarios (TA) es una causa importante de morbilidad psicosocial y física en múltiples grupos de edad, y cada vez es más frecuente ^1,2 . Este artículo proporciona una evaluación actualizada del conocimiento actual sobre los TA, abordando el papel de las posibles causas (etiología) así como de los síntomas. Se considera en qué medida esta información se refleja en las estrategias actuales de diagnóstico y tratamiento, con vistas a proponer nuevas formas en las que se pueda optimizar el manejo clínico de los TA para alinearse con los últimos hallazgos de investigación sobre qué factores pueden realmente estar impulsando estas enfermedades. La recuperación de datos para este proyecto se basó en una búsqueda bibliográfica exhaustiva: este método se utilizó para acceder a los datos relacionados con: (a) el conocimiento actual sobre la etiología y los síntomas de los TA; (b) la clasificación de los TA y las estrategias de manejo. Una vez que se recopilaron los datos y se estableció su credibilidad, se utilizaron para generar una respuesta actualizada y basada en evidencia a la pregunta de investigación. Los resultados respaldan que los factores de riesgo etiológicos, incluidos los procesos neurobiológicos, evolutivos y socioculturales, generan características psicopatológicas que son clave para el establecimiento y mantenimiento de los trastornos alimentarios. Hay evidencia de que estos factores son más importantes para el diagnóstico y el tratamiento de lo que sugieren las estrategias actuales de clasificación y manejo. Sobre la base de estos resultados, este artículo propone un nuevo modelo para la clasificación de los trastornos alimentarios, donde el diagnóstico no se basa en síntomas específicos de presentación, sino en la existencia de rasgos psicopatológicos característicos, muchos de los cuales se conservan en las presentaciones de los trastornos alimentarios. La principal implicación de este modelo es que el enfoque del tratamiento de los trastornos alimentarios debe cambiar del manejo de los síntomas a la corrección de la psicopatología subyacente y sus causas. Es probable que la intervención psicológica a largo plazo sea clave para lograr este objetivo, y se consideran las estrategias terapéuticas particulares que podrían usarse.