Pedro Felgueiras, Odete Nombora, Andreia Guimaraes Certo, Raquel Ribeiro Silva y Georgina Lapa
Los servicios psiquiátricos han diseñado varias estrategias para mantener los estándares de tratamiento y garantizar la seguridad de los pacientes y los profesionales durante la pandemia de COVID-19. El objetivo es describir las medidas implementadas por un servicio psiquiátrico.
Consultamos las directrices de actuación emitidas durante el período inicial de la pandemia.
Las estrategias definidas incluyeron aspectos organizativos, clínicos y de capacitación. El plan de contingencia fue estructurado por cada unidad de atención.
Todas las unidades ambulatorias adoptaron un modelo híbrido: teleconsulta y consulta presencial. La unidad de internación completa funcionó con todas las camas, aseguradas por equipos espejo. El programa de intervención para la integración en la comunidad creó un correo electrónico institucional para que los pacientes compartan dudas, síntomas o actividades ocupacionales.
En el programa de intervención temprana en psicosis se mantuvo la articulación con las familias, especialmente en el caso de los pacientes más graves. El programa especializado en psicosis refractaria adoptó las normas de la “declaración de consenso sobre el uso de clozapina durante la pandemia de COVID-19”.
La psiquiatría de enlace trabajó en un modelo híbrido apoyando a los diferentes servicios del hospital. En psiquiatría comunitaria se creó un protocolo de formación (a distancia) para los profesionales de la salud.
Destacamos la organización de la celebración del Día Mundial de la Salud Mental de forma digital. Se creó una línea de atención directa a los usuarios del servicio y una consulta de apoyo a los profesionales.
Se registró el inicio del programa de formación interna dirigido a residentes en formación especializada en psiquiatría.
Fue un desafío que fomentó la creatividad, el espíritu de equipo y el trabajo multidisciplinario. Fue posible implementar nuevos proyectos y ampliar nuestro campo de acción.