Jan Ilhan Kizilhan y Thomas Wenzel
Tras el ataque de la organización terrorista ISIS en 2014 y el intento sistemático de destruir al grupo religioso yazidí, el tema del trauma transgeneracional, colectivo e individual se ha convertido en un foco de atención en relación con este grupo. Dado que los yazidíes han sido víctimas de 74 intentos de genocidio durante más de 800 años, la teoría y el debate de los modelos de trauma grupal y transgeneracional serán importantes tanto para la investigación como para la planificación del tratamiento a largo plazo. En general, los modelos se basan en el supuesto de que algunos grupos étnicos y religiosos han estado expuestos en el pasado a traumas masivos como resultado del colonialismo, la esclavitud, la guerra y el genocidio durante períodos históricos más largos. Debido a las experiencias traumáticas colectivas, las generaciones secundarias y posteriores han transmitido el trauma de sus antepasados a las generaciones siguientes y, al hacerlo, lo han transformado repetidamente. Al transmitirse entre generaciones, esta experiencia traumática es un trauma compartido por todos los miembros de un grupo y está compuesto de elementos del pasado y del presente. Incluso varias generaciones después del trauma original, se ha observado un aumento del nivel de síntomas psicológicos, aunque no se han identificado con certeza los mecanismos de impacto a pesar de los numerosos modelos propuestos, incluidos, más recientemente, los mecanismos epigenéticos. Una comprensión adecuada de la forma en que el trauma transgeneracional puede afectar la salud psíquica actual de los colectivos étnicos o religiosos puede ayudar a identificar nuevos caminos para explorar y nuevas ideas sobre la mejor manera de proporcionar un tratamiento eficaz para los traumas psíquicos en grupos expuestos a una violencia y persecución repetidas y graves. Nuestro artículo tiene como objetivo resumir los diferentes aspectos y modelos de transmisión transgeneracional del trauma y su posible aplicación al genocidio yazidí, las necesidades de tratamiento resultantes y proponer la categoría de entorno genocida para describir esta y otras situaciones similares que se están volviendo más frecuentes a pesar de los amplios estándares internacionales de derechos humanos.