Maxwell W. Hand1* y Mark Liker2
La estimulación magnética transcraneal (EMTr) se ha explorado ampliamente como una herramienta terapéutica eficaz para tratar una amplia gama de trastornos neurológicos y fisiológicos persistentes y difíciles de tratar. Actualmente, los estudios de EMT se centran en intervenir en casos de trastornos graves de salud mental (depresión, TOC, TEPT, etc.). Si bien hay un número cada vez mayor de estudios que analizan diferentes aplicaciones de la EMT, ha habido poca investigación sobre cómo se comparan los diferentes enfoques en cada modalidad.
Este artículo tuvo como objetivo comparar la eficacia de dos enfoques únicos en el tratamiento del TDM con rTMS: la estimulación intermitente en ráfagas theta (iTBS) y la terapia de resonancia magnética (MeRT).
A los pacientes con trastorno depresivo mayor que acudieron para recibir tratamiento se les realizaron evaluaciones PHQ-9 todas las semanas durante la duración de su sesión de tratamiento. Se analizaron y compararon las puntuaciones PHQ-9 anteriores y posteriores de ambos grupos de estimulación. Se utilizó la silla y la bobina Nexstim NBT 2 TMS para todos los pacientes.
Ambos métodos dieron como resultado una reducción significativa de las puntuaciones del PHQ-9 de los pacientes, pero no se observaron diferencias entre métodos. Ambos protocolos dieron como resultado que aproximadamente el 60 % de los pacientes experimentaran reducciones significativas en las puntuaciones del PHQ-9.
La comparación retrospectiva de estos métodos no mostró diferencias significativas en la eficacia del tratamiento del TDM. Tanto la terapia con iTBS como la terapia con TMS con radioterapia de resincronización cardíaca revelan una comprensión de la patología de la depresión como un problema de salud importante. Las investigaciones futuras deberían incluir un mayor número de pacientes, así como aumentar la homogeneidad de la población. La ausencia de diferencias significativas puede llevar a la conclusión de que no comprendemos por completo la complejidad del TDM y que deberíamos investigar más sobre el aspecto estructural frente al funcional de este trastorno.