Vincent Affatato*, Marco Conenna y Davide Roversi
La expansión de la humanidad en el espacio llevará eventualmente a la necesidad de extraer recursos en lugares diferentes de la Tierra. Para los pocos que lo logren, las ganancias monetarias de la minería espacial son prometedoras, pero inevitablemente, tales actividades traerán consecuencias sustanciales para los cuerpos celestes en los que se llevan a cabo y para el escenario político-económico de las partes involucradas. Por lo tanto, es necesario abordar un nuevo conjunto de interrogantes morales. Este artículo reflexiona, desde una perspectiva utilitarista, sobre si es ético o no explotar recursos extraterrestres e intenta producir normas morales al respecto. La pregunta principal de investigación se analiza con respecto a tres aspectos cruciales: las consecuencias ambientales, la interacción con posibles formas de vida y el entorno político-económico en torno a la extracción de recursos en el espacio. Las reflexiones, argumentaciones y afirmaciones se respaldan o se confrontan con teorías y posiciones ya existentes de otros autores. En conjunto, concluimos que la extracción y el uso de los recursos de otro cuerpo celeste es ético solo cuando: 1) está lo suficientemente regulado como para evitar la destrucción de entornos naturalistas, estéticos o culturalmente valiosos; 2) No interfiere (o al menos intenta hacerlo) con las formas de vida existentes o posibles en el futuro, que deberían ser protegidas con una legislación ad hoc; 3) Se regula para evitar las tensiones que probablemente surgirían entre países que quieran acceder a sitios específicos ricos en recursos, emitiendo leyes capaces de evitar conflictos y un posible colapso económico. En resumen, identificamos el concepto de innovación responsable como el director clave para las políticas futuras que deberán establecerse cuando la extracción de recursos espaciales se convierta en una realidad.