Los nanosensores son sensores químicos y mecánicos que se pueden utilizar para detectar la presencia de especies químicas y nanopartículas. Estos son puntos sensoriales biológicos o quirúrgicos que se utilizan para transmitir información sobre nanopartículas al mundo macroscópico. Un sensor es un instrumento que responde a un estímulo físico. Recopila y mide datos sobre alguna propiedad de un fenómeno, objeto o material. Las partículas que son más pequeñas que las longitudes características asociadas con fenómenos específicos a menudo muestran nueva química y nueva física que conducen a nuevas propiedades que dependen del tamaño. Los nanosensores pueden ser sensores químicos o sensores mecánicos. Entre otras aplicaciones, se pueden utilizar: Para detectar diversas sustancias químicas en gases para monitorear la contaminación, con fines de diagnóstico médico, ya sea como sensores transmitidos por sangre o en dispositivos tipo laboratorio en un chip, para monitorear parámetros físicos como temperatura, desplazamiento y flujo. . Normalmente, los nanosensores funcionan monitoreando los cambios eléctricos en los materiales del sensor.