Las enfermedades infecciosas son causadas por microorganismos como hongos, bacterias, virus e incluso parásitos. Son contagiosos y se transmiten por insectos, animales y por la ingesta de agua y alimentos contaminados. La varicela, el sarampión y la fiebre tifoidea son algunas de las enfermedades infecciosas. Algunas de las enfermedades infecciosas también provocan cáncer, como el virus del papiloma humano que causa cáncer de cuello uterino; El linfoma es causado por la infección del virus de Epstein-Barr. Estas enfermedades infecciosas se diagnostican clínicamente mediante pruebas de laboratorio como análisis de sangre, análisis de orina, punción lumbar, hisopos de garganta, tomografía computarizada, resonancia magnética y estudios de biopsias. Una infección oportunista es una infección causada por patógenos bacterianos, virales o fúngicos que se aprovechan de un huésped con un sistema inmunológico débil. En su mayoría, estos patógenos no causan enfermedades en un individuo sano que tiene un sistema inmunológico normal, sino en pacientes inmunocomprometidos. Los ejemplos incluyen la desnutrición, el envejecimiento, la leucopenia, el VIH, los agentes inmunosupresores y la predisposición genética. Examen directo y técnicas: la inmunofluorescencia, la tinción con inmunoperoxidasa y otros inmunoensayos pueden detectar antígenos microbianos específicos. Las sondas genéticas identifican secuencias de ADN o ARN específicas de un género o especie.