La hipertensión es una de las principales causas de ERC debido a los efectos nocivos que el aumento de la PA tiene sobre la vasculatura renal. La presión arterial alta, no controlada y a largo plazo conduce a una presión intraglomerular alta, lo que altera la filtración glomerular. La función renal disminuida interfiere con la capacidad de los riñones para mantener la homeostasis de líquidos y electrolitos. La capacidad para concentrar la orina disminuye tempranamente y va seguida de una disminución en la capacidad para excretar fosfato, ácido y potasio.