Los riñones sanos limpian la sangre eliminando el exceso de líquido, minerales y desechos. También producen hormonas que mantienen los huesos fuertes y la sangre sana. Pero si los riñones están dañados, no funcionan correctamente. Esto se llama insuficiencia renal o insuficiencia renal o insuficiencia renal. Las dos formas principales son la lesión renal aguda, que suele ser reversible con un tratamiento adecuado, y la enfermedad renal crónica, que a menudo no es reversible.
La insuficiencia renal está determinada principalmente por una disminución de la tasa de filtración glomerular, que es la velocidad a la que se filtra la sangre en los glomérulos del riñón. La afección se detecta por una disminución o ausencia de la producción de orina o la determinación de productos de desecho (creatinina o urea) en la sangre. Dependiendo de la causa, se puede observar hematuria (pérdida de sangre en la orina) y proteinuria (pérdida de proteínas en la orina).