Faika Hassanein*, Zeinab M Awwad, Hussin Abdel-Salam e Inas M Masoud
Antecedentes: La higiene de las piscinas está influenciada por la higiene de los bañistas. En las piscinas, se cree que no ducharse antes de nadar es un factor de riesgo para la propagación de infecciones microbianas. Por lo tanto, nos propusimos determinar la prevalencia de infecciones microbianas entre los nadadores jóvenes en Egipto, así como otros aspectos y características biológicas.
Materiales y métodos: A partir de agosto de 2020 a junio de 2021, se realizó un estudio transversal en 528 nadadores de un club público, los nadadores se dividieron en los grupos 1 y 2 si tenían puntuaciones altas o bajas en natación, respectivamente. Se obtuvo el consentimiento informado antes de recopilar datos demográficos y muestras de sangre y heces. Las muestras de heces frescas se sometieron a detección de Ag de Helicobacter pylori, otras muestras se concentraron y tiñeron para examinarlas en busca de parásitos.
Los niveles de hemoglobina se determinaron utilizando muestras de sangre con EDTA. Los factores físicos (es decir, la presión arterial y la frecuencia cardíaca) se midieron directamente después de nadar.
Resultados: La tasa general de infecciones microbianas fue del 54% para la parasitosis intestinal y del 2,8% para H. pylori. Cabe señalar que Blastocystis spp. y Cryptosporidium spp. exhibieron la tasa más alta de infección (24,1 % y 23,3 %, respectivamente). En comparación con el grupo 1, el grupo 2 mostró una tasa significativamente alta de infección en términos de género, edad, duración y frecuencia de natación. Las pruebas de presión arterial, frecuencia cardíaca y hemoglobina arrojaron resultados similares. Los nadadores que practicaron natación durante <5 años tuvieron un riesgo mayor (3 veces) en comparación con ≥5 años. Además, nadar con menos frecuencia (<4 días) se asoció con un riesgo mayor (5 veces) de infección en comparación con nadar ≥4 días.
Conclusión: El estudio actual reveló una alta tasa de prevalencia de infecciones parasitarias intestinales por H. pylori, Blastocystis spp. y Cryptosporidium spp. Se encontró que los hábitos de natación, la frecuencia y la duración estaban relacionados con el estado infeccioso. Las tasas de infección también se vieron influenciadas por la presión arterial y la frecuencia cardíaca irregulares, así como por la anemia. Para resolver los desafíos, se deben tomar medidas para crear conciencia sobre la importancia de la higiene de los nadadores y una educación sanitaria específica.