K.Kalaiselvi, C.Bazil Wilfred, E.Bijolin Edwin, Nancy Arya, Purvansh Jain y K.Sentamilselvan
El intercambio de información entre vehículos, como función del transporte basado en inteligencia artificial, ha sido objeto de una consideración muy importante tanto en el ámbito académico como en el industrial en varios países, incluidos Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. La capacidad basada en comunicaciones cruzadas para ampliar la visión de los conductores, así como en el equipamiento (como radares o sensores), ha sido el aspecto más significativo de la tecnología, y tiene el potencial de mejorar el rendimiento y la comodidad del tráfico en carretera. Los sistemas de frenado automático de este tipo tienen como objetivo ayudar a los operadores tanto en el transcurso de la formación como en la prevención de accidentes de tráfico, aumentar la velocidad del tráfico y mantener un mayor nivel de control sobre los vehículos en general. Estos sistemas aprovechan las capacidades de comunicación de los automóviles para conectarse no solo entre ellos sino también con otras instalaciones. Muchos de los datos se recogen y analizan para proporcionar servicios útiles a la comunidad.
Las tecnologías de redes inalámbricas adecuadas, que permiten la conexión entre automóviles y dispositivos ambientales, se utilizan ampliamente en este campo de aplicación. Es la calidad del enrutamiento lo que respalda la creación de una conexión, y se han estudiado y evaluado varios enrutamientos en el pasado; sin embargo, los cálculos y evaluaciones casi siempre se han realizado teniendo en cuenta los movimientos aleatorios. Dado que esta tecnología está destinada a la conectividad de integración y la absorción sistémica de redes vehiculares, es esencial descubrir primero la ubicación del automóvil mediante coordenadas. La exactitud de la ubicación se mejora mediante el uso de métodos disponibles y optimizaciones de programas informáticos de detección de objetos.