Sandra Campuzano
La comunicación es un proceso complejo y difícil, en el que tanto
el lenguaje como la codificación y descodificación del mensaje dificultan su
transmisión con fidelidad. Por ello, las probabilidades de que la comunicación
sea defectuosa son altas. La responsabilidad final de que el mensaje recibido
sea igual al emitido corresponde al emisor, por lo que es responsabilidad
del emisor comprobar que el receptor ha comprendido
correctamente el mensaje.