Ana Crawford
El sistema de atención sanitaria pública australiano actual es complejo y fragmentado. Existen problemas de acceso para los pacientes, en particular aquellos con necesidades especiales y bajos niveles de alfabetización. Los proveedores de servicios tienden a trabajar de forma aislada (en compartimentos estancos). También hay mucha confusión entre los sistemas público y privado. Cuando se utiliza el sistema público, existen posibles costes adicionales de los que el paciente no es consciente y, en general, hay sentimientos de "desempoderamiento, frustración y desconexión". En la mayoría de los centros se han hecho habituales los avisos que indican que "no se tolerarán la agresión y el comportamiento abusivo".