Emelia P Imbeah, Barima A Afrane, Irene A Kretchy, Joseph A Sarkodie, Franklin Acheampong, Samuel Oppon y Patrick Amoateng
Antecedentes: La disfunción sexual femenina (DSF) es una afección generalizada y de importancia para la salud de las mujeres. Pocas mujeres buscan atención médica, pero en los últimos tiempos ha aumentado el uso de agentes potenciadores del sexo femenino en farmacias, tiendas de productos químicos y herbolarios. El estudio pretendía determinar la prevalencia y la autogestión de la DSF entre las mujeres ghanesas. Métodos: Se realizó un estudio transversal comunitario mediante cuestionarios estructurados para obtener relatos descriptivos de experiencias sexuales, conductas de búsqueda de ayuda y medidas adoptadas para gestionar los problemas sexuales . Se entrevistó a doscientas siete (207) mujeres sexualmente activas de 18 años o más de seis de las diez regiones de Ghana. Resultados: La mayoría de las encuestadas estaban casadas (53,1%), tenían educación superior (74,4%) y tenían entre 18 y 29 años (52,4%). De todas las encuestadas, el 44,3% no conocía la DSF. La prevalencia general de la DSF fue del 45,6%. Los problemas sexuales más frecuentes fueron el dolor durante las relaciones sexuales (72,9%), las dificultades de lubricación (72,3%), el trastorno de la excitación (70,3%), el trastorno del deseo (54,2%) y la insatisfacción sexual (27,1%). Solo el 22,5% de las encuestadas con DSF buscaron ayuda médica formal. Las razones para no buscar ayuda formal incluyeron la percepción de que la DSF era normal (50,0%), la vergüenza personal (19,2%) y las limitaciones de tiempo (15,4%). Alrededor del 57% de las encuestadas habían autogestionado al menos un problema sexual. El asesoramiento (31,2%), el uso de lubricantes vaginales (24,1%) y las estrategias sexuales y de relación (23,4%) fueron las opciones más citadas para gestionar la DSF. En general, el 85,0% de las mujeres percibieron que las opciones de gestión eran eficaces. Solo el 1% de las encuestadas experimentaron efectos secundarios (picor vaginal) cuando se emplearon lubricantes vaginales y preparaciones herbales vaginales. Conclusión: Las mujeres en Ghana experimentan disfunción sexual femenina, lo que la convierte en un problema de salud que requiere reconocimiento e intervención.