La salud materna se refiere a la salud de la mujer durante el embarazo, el parto y el puerperio. Si bien la maternidad suele ser una experiencia positiva y satisfactoria, para muchas mujeres se asocia con sufrimiento, mala salud e incluso la muerte. Las principales causas directas de morbilidad y mortalidad maternas incluyen hemorragias, infecciones, presión arterial alta, abortos inseguros y partos obstruidos.
La medicina materno-fetal (MFM) es la rama de la obstetricia que se enfoca principalmente en el manejo médico y quirúrgico de embarazos de alto riesgo que incluye monitoreo y tratamiento que incluye ultrasonido integral, muestreo de vellosidades coriónicas, amniocentesis genética y cirugía o tratamiento fetal. Los obstetras que practican la medicina materno-fetal también se conocen como perinatólogos.
La maternidad segura comienza antes de la concepción con una buena nutrición y un estilo de vida saludable. Se continúa con los cuidados prenatales adecuados y previniendo los problemas que surjan. El resultado ideal es un embarazo a término sin intervenciones innecesarias, el parto de un bebé sano y un período posparto saludable en un ambiente positivo que respalde las necesidades físicas y emocionales de la madre, el bebé y la familia.
El embarazo y el parto tienen un enorme impacto en la salud física, mental, emocional y socioeconómica de las mujeres y sus familias. Los resultados de salud relacionados con el embarazo están influenciados por la salud de la mujer y otros factores como la raza, el origen étnico, la edad y los ingresos.