Monika Shenouda
La neoplasia ovárica gigantesca que mide más de 10 cm es un hallazgo poco frecuente debido a la disponibilidad de modalidades de diagnóstico por imágenes avanzadas. Presentamos el caso de una mujer posmenopáusica de 50 años que se presentó al servicio de urgencias quejándose de caídas recurrentes a nivel del suelo y aumento de la circunferencia abdominal durante los últimos 2 años, sin embargo, con un crecimiento rápido durante los últimos seis meses. La tomografía computarizada del abdomen y la pelvis mostró una gran masa mixta, sólida, redonda e hiperdensa que medía 54 cm craneocaudal x 41 cm transversal x 50 cm anteroposterior. Nuestra paciente se sometió a una laparotomía exploratoria de emergencia con escisión de la masa abdominopélvica, histerectomía abdominal total y salpingooforectomía bilateral. La evaluación histopatológica de la masa sugirió un cistoadenoma seroso benigno. Hasta donde sabemos, este es el cistoadenoma más grande informado desde mediados del siglo XX. Nuestro caso resalta el enfoque multidisciplinario de un caso raro y de alto riesgo y la importancia de abordar las disparidades en la atención médica y el acceso a la atención médica.