El trauma accidental puede explicarse como una depresión repentina causada a una persona por un accidente inesperado. Por ejemplo, si una persona sufre un accidente repentino, se verá afectada emocional y físicamente. Los accidentes también pueden causar un trauma indirecto a las personas muy cercanas a la persona que sufrió el accidente o la muerte en una familia, etc. Esto puede deprimir a una persona emocionalmente y provocar muchos trastornos psicológicos y problemas de salud. Esto provoca insomnio, recuerdos intrusivos, flashbacks y pesadillas, latidos cardíacos acelerados, fatiga y poca energía, tensión muscular, dolores y molestias, ataques de llanto, dolores de cabeza y malestar estomacal.