El traumatismo de la médula espinal es el daño causado directamente a la médula espinal debido a cualquier accidente o indirectamente a una enfermedad de los huesos, tejidos o vasos sanguíneos cercanos. Las lesiones de la médula espinal son comúnmente causadas por: caídas, accidentes, heridas de bala, accidentes industriales, accidentes automovilísticos, lesiones deportivas. Una lesión menor puede dañar la médula espinal. Enfermedades como la artritis reumatoide y la osteoporosis pueden debilitar la médula espinal. Los diferentes síntomas del traumatismo de la médula espinal son debilidad, entumecimiento, hormigueo y alteración de la sensación en las extremidades, parálisis de las piernas o de brazos y piernas, pérdida del control de los intestinos y la vejiga, disfunción eréctil y dificultad para respirar. El traumatismo de la médula espinal se puede diagnosticar mediante radiografías de la columna, tomografía computarizada y resonancia magnética.