La selección artificial es una técnica en la cría de animales y en el cultivo de plantas que tienen características heredables deseables. El largo historial de efectividad de la selección artificial también constituye una evidencia empírica adicional de la evolución, ya que demuestra cómo las mutaciones que ocurren naturalmente pueden alterar la apariencia y otros rasgos de un organismo dado un criterio de selección. Si no se permitiera la creación de mutaciones heredables permanentes y el código genético no fuera maleable, la selección artificial y la reproducción selectiva serían imposibles.