Los estudios de citoesqueleto incluyen microfilamentos, microtúbulos y fibras de transición (IF), que son partes filamentosas importantes del citoesqueleto y desempeñan un papel en el equilibrio de la forma celular, en la evolución celular, la solidez celular, la asociación intracelular y, además, entre células y entre células. -cooperaciones de estroma.
En los últimos años se ha trasladado una afición específica a la IF debido a la especificidad de su tipo de células y su idoneidad como marcadores celulares en patología indicativa. Los estudios de citoesqueleto están especialmente comprometidos con el esclarecimiento de la patogénesis del alcohol que afecta al hígado (hepatitis alcohólica); que está relacionado con agravación, degeneración y corrupción de las células hepáticas y se describe morfológicamente por la presencia de incorporaciones hialinas citoplasmáticas (es decir, cuerpos de Mallory).
En la presente revisión se condensan los estudios morfológicos, inmunológicos y bioquímicos sobre la naturaleza y patogénesis de los cuerpos de Mallory. Los estudios de citoesqueleto comienzan con una representación del citoesqueleto de actina y su parte en forma como un violín. Luego cubrimos la química orgánica del conjunto de actina y los componentes celulares para controlar este proceso. A continuación, analizamos la estructura de la miosina, la proteína motora de actina, y cómo transduce la energía del ATP en una formación deslizante a lo largo de las fibras de actina. Con una comprensión fundamental de los segmentos clave del citoesqueleto y la colaboración de la actina y la miosina, podemos Examinar los componentes responsables de diferentes tipos de crecimiento celular, comenzando con la retirada del músculo y terminando con el crecimiento progresivo de células adaptables individuales y células de la piel. La sección se cierra con un diálogo sobre la regulación del desarrollo mediante vías de señalización celular.