La Toxicología Reproductiva es un estudio del efecto adverso de un agente exógeno en embriones, fetos, mamíferos neonatos y prepúberes y en los sistemas reproductivo y neuroendocrino del adulto. La toxicidad reproductiva incluye un efecto sobre la fertilidad masculina, la fertilidad femenina, el parto y la lactancia. Los efectos secundarios de la toxicidad reproductiva en las mujeres son fertilidad reducida, pubertad retrasada, problemas neuroconductuales, nacimiento prematuro, cáncer infantil, defectos de nacimiento, aborto espontáneo y trastornos menstruales. Los objetivos de la toxicología reproductiva son predecir los efectos adversos de productos químicos y medicamentos sobre la capacidad del hombre para reproducirse mediante la evaluación de los efectos en los animales. La sustancia que causa la toxicidad del desarrollo desde la etapa de desarrollo hasta el nacimiento se llama teratógenos. En 1995, los defectos importantes del desarrollo representaron aproximadamente el 70% de las muertes neonatales y el 22% de las 6.500 muertes de lactantes (antes de los 15 meses de edad) en los Estados Unidos (marzo de 1999). Aproximadamente el 30% de los ingresos a hospitales pediátricos se deben a problemas de salud asociados a dichos defectos. La toxicidad del desarrollo es causada por drogas, factores del estilo de vida como el alcohol, la dieta, factores físicos o factores químicos.