Los trastornos de la columna son un grupo de afecciones que implican una pérdida de la estructura y función normales de la columna. Estos trastornos comunes están asociados con los efectos normales del envejecimiento, pero también pueden ser causados por infecciones, tumores, distensiones musculares o artritis. La presión sobre la médula espinal y las raíces nerviosas asociada con la degeneración espinal puede deberse a un desplazamiento o hernia del disco; estenosis espinal, un estrechamiento del canal espinal; o osteoartritis, rotura del cartílago en las articulaciones de la columna.
Los trastornos de la columna, y especialmente el dolor de espalda y cuello, afectan a más personas y tienen un mayor impacto en la capacidad laboral y los costos de atención médica que cualquier otra afección musculoesquelética. Una de las dificultades para reducir la carga de los trastornos de la columna vertebral es la amplia y heterogénea gama de enfermedades específicas y trastornos musculoesqueléticos no específicos que pueden afectar a la columna vertebral, la mayoría de los cuales se manifiestan como dolor. A pesar de su impacto, o quizás debido a él, los trastornos de la columna siguen siendo una de las afecciones más controvertidas y difíciles de manejar para los médicos, pacientes y formuladores de políticas.