También se conoce como viroterapia en la que se utilizan virus no patógenos que ayudan a administrar genes de interés o genes terapéuticos a la célula huésped sin dañar la célula o el tejido huésped. Muchas de las terapias génicas utilizan retrovirus o adenovirus como vectores para transferir genes que reconocen y pueden infectar, y para determinar si alteran el ADN de la célula de forma permanente o temporal.