Revista de hidrogeología e ingeniería hidrológica

La humedad del suelo

La humedad del suelo es difícil de definir porque significa cosas diferentes en diferentes disciplinas. Por ejemplo, el concepto que tienen los agricultores sobre la humedad del suelo es diferente del que tienen un administrador de recursos hídricos o un pronosticador del tiempo. Sin embargo, generalmente la humedad del suelo es el agua que se retiene en los espacios entre las partículas del suelo. La humedad superficial del suelo es el agua que se encuentra en los 10 cm superiores del suelo, mientras que la humedad del suelo de la zona de las raíces es el agua disponible para las plantas, que generalmente se considera que se encuentra en los 200 cm superiores del suelo. En comparación con otros componentes del ciclo hidrológico, el volumen de humedad del suelo es pequeño, sin embargo, tiene una importancia fundamental para muchos procesos hidrológicos, biológicos y biogeoquímicos. La información sobre la humedad del suelo es valiosa para una amplia gama de agencias gubernamentales y empresas privadas interesadas en el tiempo y el clima, el potencial de escorrentía y el control de inundaciones, la erosión del suelo y el deterioro de las pendientes, la gestión de embalses, la ingeniería geotécnica y la calidad del agua. La humedad del suelo es una variable clave para controlar el intercambio de agua y energía térmica entre la superficie terrestre y la atmósfera a través de la evaporación y la transpiración de las plantas. Como resultado, la humedad del suelo juega un papel importante en el desarrollo de patrones climáticos y la producción de precipitaciones. Las simulaciones con modelos numéricos de predicción del tiempo han demostrado que una mejor caracterización de la humedad, la vegetación y la temperatura de la superficie del suelo puede conducir a mejoras significativas en las predicciones. La humedad del suelo también afecta fuertemente la cantidad de precipitación que escurre hacia los arroyos y ríos cercanos. Se ha observado que las regiones superficiales secas o húmedas a gran escala imparten una retroalimentación positiva sobre los patrones de precipitación posteriores. La información sobre la humedad del suelo se puede utilizar para la gestión de embalses, la alerta temprana de sequías, la programación del riego y la previsión del rendimiento de los cultivos.