Tiago Lima Sampaio y Ramón Róseo Paula Pessoa Bezerra de Menezes
El año 2020 es un año histórico para la sociedad y desafiante para la ciencia. Con el surgimiento de la pandemia de COVID-19, varios grupos de investigación alrededor del mundo han estudiado la estructura del virus causal, potenciales nuevos fármacos, fármacos candidatos para su reutilización, vacunas y métodos de manejo de las principales complicaciones causadas por la enfermedad. El nuevo coronavirus puede causar diversas complicaciones orgánicas en los tejidos respiratorio, nervioso, urinario, hepatobiliar y en el torrente sanguíneo. Entre estas complicaciones, es importante destacar los trastornos cardiovasculares, ya que los pacientes con cardiopatías, hipertensión arterial sistémica, insuficiencia cardíaca congestiva, síndrome metabólico y diabetes son algunos de los principales grupos de riesgo. En un escenario de alerta global, se ratifica la importancia social de los científicos en la investigación cardiovascular. Por ello, varios grupos de investigación han buscado estrategias que apunten al diagnóstico temprano de complicaciones cardiovasculares en pacientes con COVID-19. Adicionalmente, se han diseñado y revisado constantemente diferentes protocolos de manejo de pacientes en cuidados intensivos, que podrían mejorar la calidad de vida de estos pacientes y minimizar las tasas de mortalidad. Por ello, este editorial de la Revista Internacional de Investigación Cardiovascular pretende reforzar la importancia de la investigación en el área, felicitar a los científicos por sus esfuerzos en estos tiempos turbulentos y alentar nuevos estudios sobre este tema, sugiriendo nuevos caminos experimentales y clínicos.