La enfermedad coronaria (angina y ataque cardíaco) y el accidente cerebrovascular pueden ser causados por el mismo problema: la aterosclerosis. Esto ocurre cuando las arterias se estrechan debido a una acumulación gradual de material graso (llamado ateroma) dentro de sus paredes.
Si un trozo de ateroma se desprende de una de las arterias, se formará un coágulo de sangre.
Si tiene fibrilación auricular (FA), su riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular aumenta entre cuatro y cinco veces. Esto se debe a que la FA aumenta el riesgo de que se forme un coágulo de sangre dentro de las cámaras del corazón. Este coágulo puede viajar a través del torrente sanguíneo y bloquear el suministro de sangre al cerebro, provocando un derrame cerebral. Un ataque isquémico transitorio (también llamado AIT o mini accidente cerebrovascular) ocurre cuando hay un bloqueo temporal en el suministro de sangre al cerebro. Un AIT no causa daño permanente al cerebro y los síntomas generalmente desaparecen en 24 horas.