Takashi Terada, Ayano Oiwa, Yumi Maemura, Sayaka Kessoku y Ryoichi Ochiai
Comparación del gasto cardíaco continuo estimado y el gasto cardíaco obtenido por ecocardiografía transesofágica para la medición no invasiva del gasto cardíaco en pacientes pediátricos sometidos a cirugía de trasplante renal: un estudio piloto
Objetivo: El gasto cardíaco continuo estimado (esCCO), una técnica no invasiva para medir el gasto cardíaco de forma continua, se basa en el tiempo de tránsito de la onda de pulso modificado (m-PWTT), que a su vez se determina mediante oximetría de pulso y electrocardiografía (ECG). Sin embargo, su capacidad de tendencia nunca se ha evaluado en pacientes pediátricos. Por lo tanto, este estudio examinó la capacidad del esCCO para detectar los cambios exactos en el gasto cardíaco (GC), en comparación con la ecocardiografía transesofágica, en pacientes sometidos a trasplante renal.
Métodos y resultados: El índice cardíaco se determinó simultáneamente utilizando el gasto cardíaco continuo estimado y la ecocardiografía transesofágica en 11 pacientes pediátricos con trasplante renal. Después de la medición de calibración inicial, el índice cardíaco se midió utilizando ecocardiografía transesofágica antes y después de la carga de volumen, y antes de la finalización de la cirugía. El índice cardíaco determinado mediante ecocardiografía transesofágica aumentó significativamente entre las mediciones previas y posteriores a la carga de volumen (P < 0,05), pero disminuyó significativamente entre la carga de volumen y la finalización de la cirugía (P < 0,05). El coeficiente de correlación entre los índices cardíacos utilizando los dos dispositivos fue de 0,75 (P < 0,001) y la diferencia en el índice cardíaco, entre los métodos, fue de 0,21 ± 1,01 L/min/m2 (intervalo de confianza del 95%, -1,77 a 2,19). El error porcentual fue del 43,6%. El cambio en el índice cardíaco, determinado mediante ecocardiografía transesofágica, de >15% desde antes de la carga de volumen hasta después de la carga de volumen o entre la carga de volumen y la finalización de la cirugía fue de 16 puntos; esto condujo a un cambio de >15% en el índice cardíaco determinado mediante el gasto cardíaco continuo, en la misma dirección, en el 100% de los casos. La sensibilidad y especificidad para la determinación del índice cardíaco, utilizando el gasto cardíaco continuo estimado en comparación con la ecocardiografía transesofágica, fueron del 87,5% y del 100%, respectivamente.
Conclusiones: Aunque no hubo concordancia entre los índices cardíacos determinados mediante el gasto cardíaco continuo estimado y la ecocardiografía transesofágica, las tendencias determinadas por ambos métodos concordaron bien. Este método puede ser suficiente para el seguimiento de las tendencias.