Garly R. Saint Croix, Lourdes Chacon, Dhanya Baskaran3 y Hakop Hrachian
La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente, que se presenta en el 1,5-2% de la población general y representa aproximadamente el 30% de todos los accidentes cerebrovasculares. En el 20-45% de los accidentes cerebrovasculares relacionados con la fibrilación auricular, la arritmia no está documentada y el paciente es asintomático desde un punto de vista cardiovascular, antes del accidente cerebrovascular. La fibrilación auricular subclínica (SCAF) se define como una fibrilación auricular asintomática o clínicamente silenciosa. Los pacientes con SCAF no presentan síntomas durante el episodio de fibrilación auricular. La SCAF se detecta con frecuencia mediante la monitorización electrocardiográfica continua en pacientes sin antecedentes de fibrilación auricular. Varios estudios han demostrado que las taquiarritmias auriculares detectadas incidentalmente por dispositivos cardíacos implantables, como el desfibrilador cardíaco implantable (DAI) y el marcapasos, se asocian con un aumento del doble del riesgo de muerte o accidente cerebrovascular. Si bien existen pruebas sólidas de los beneficios de la terapia con anticoagulantes orales (ACO) para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular en pacientes con fibrilación auricular diagnosticada clínicamente, falta información sobre los beneficios en aquellos con fibrilación auricular subclínica. El objetivo de esta revisión actual es presentar la prevalencia y los predictores de SCAF y evaluar el impacto de la anticoagulación en la mortalidad por todas las causas y los eventos tromboembólicos en pacientes con dispositivos implantables.