Behnam Khatabi y Sadanand A Dhekney
La edición genómica permite lograr una mayor precisión en la modificación genética de organismos vivos, al tiempo que minimiza las consecuencias no deseadas y la oposición a los productos desarrollados mediante tecnologías de organismos genéticamente modificados (OGM) [1]. Estas tecnologías son herramientas potentes y versátiles y han revolucionado los métodos de modificación de organismos vivos para muchos propósitos previstos. La edición genómica dirigida mediante nucleasas especializadas ofrece métodos con mayor precisión al introducir deleciones, inserciones y reemplazos en ubicaciones genómicas específicas del sitio. Algunos ejemplos incluyen el uso de nucleasas de dedo de zinc, CRISPR (repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas), mutagénesis dirigida por oligonucleótidos, metilación de ADN dependiente de ARN y mejoramiento de precisión para la mejora de plantas de cultivo [2,3]. La CRISPR/Cas9 se descubrió por primera vez a mediados de la década de 1980 en bacterias como parte de su sistema inmunológico contra los virus. La nucleasa Cas9 se dirige a sitios genómicos específicos con la ayuda de un único ARN guía (sgRNA). Cada sgRNA (molécula de orientación) está compuesta por un espaciador de 20 nucleótidos inmediatamente aguas arriba de un motivo adyacente al protoespaciador (PAM). La secuencia del espaciador y del PAM debe ser complementaria a una ubicación genómica específica, lo que permite la mutagénesis dirigida de los genes.