Van den Eynde, Johan Bennett, Keir McCutcheon, Tom Adriaenssens, Tom Verbelen, Steven Jacobs y Wouter Oosterlinck
Desde la primera introducción del injerto directo de la arteria descendente anterior izquierda (DAI) por Kolessov en 1967, la tendencia en la revascularización miocárdica ha sido hacia técnicas menos invasivas. Los nuevos avances están haciendo cada vez más posible ampliar la indicación de la cirugía de bypass coronario directo mínimamente invasivo asistido por robot (RAMIDCAB) a pacientes con enfermedad de tres vasos. Aquí, presentamos dos casos en los que se logró con éxito una revascularización completa. El primer paciente se sometió a un procedimiento híbrido que incluía AR-MIDCAB seguido de intervención coronaria percutánea (PCI); el otro paciente recibió AR-MIDCAB en el que se utilizaron arterias mamarias internas bilaterales como conducto para el injerto. Se discuten las implicaciones, limitaciones y desafíos de estas estrategias intervencionistas. Además, se sugiere que las estrategias mínimamente invasivas podrían tener beneficios importantes, especialmente para pacientes de alto riesgo, y que estas estrategias deberían incluirse en la toma de decisiones del equipo cardíaco, si están disponibles.