Fabrício Aparecido Rocha1, Giliard de Brito Gerolim1, Paloma Fontes da Silva1, Rodrigo Batista1, Érica Maria Garbim1, Flávia Villas-Boas2, Cynthia Venâncio Ikefuti3, Idiberto José Zotarelli Filho4,5* y Uderlei Doniseti Silveira Covizzi3
La citricultura encuentra condiciones climáticas favorables para su desarrollo en la región noroeste del estado de São Paulo - Brasil, contribuyendo efectivamente a la economía regional, generando ingresos para los productores y empleo para sus habitantes. El cáncer de los cítricos es una enfermedad importante que afecta a los cítricos. Causada por la bacteria
Xanthomonascitri, subespecie citri, esta fitopatología se propaga por acción de la naturaleza, plántulas contaminadas y principalmente la acción humana durante los tratamientos culturales. Las lesiones de cáncer se pueden encontrar en hojas, ramas y frutos, y su propagación en el huerto puede ocurrir a plantas vecinas, contaminando toda el
área cultivada si no se toman los cuidados fitosanitarios adecuados. No existe un control específico para el cáncer de los cítricos, y se sugiere el uso de técnicas de manejo y el uso de algunos productos que mitiguen las pérdidas económicas. Entre estas prácticas de manejo, se puede citar la erradicación de la planta infectada, evitando que contamine el vecindario. El control químico utiliza productos a base de cobre para proteger los frutos de lesiones, bactericidas para desinfectar las cajas utilizadas en la cosecha para que no haya mayor contaminación en el resto del huerto. En este trabajo, aislamos microorganismos de lesiones encontradas en frutos de limón. Las muestras extraídas de las lesiones se inocularon en agar nutritivo mediante la técnica estriatal para aislar colonias. Después del crecimiento, dos de estas cepas fueron seleccionadas para las pruebas de inhibición del crecimiento por la concentración mínima en el medio líquido. Los resultados demostraron la eficiencia en la inhibición del crecimiento cuando se utilizaron concentraciones crecientes de ácido peracético y cobre. Los extractos acuosos de granada (Punicagranatum L.) mostraron un potencial efecto inhibidor sobre el crecimiento bacteriano.