Anderson
Los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares son causados principalmente por un bloqueo que impide que la sangre fluya al corazón o al cerebro. La razón más común para esto suele ser una acumulación de depósitos grasos en las paredes internas de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón o el cerebro. Esto hace que los vasos sanguíneos se estrechen y sean menos flexibles. A veces se lo llama endurecimiento de las arterias o aterosclerosis. Los vasos sanguíneos tienen más probabilidades de bloquearse por coágulos de sangre. Cuando eso sucede, los vasos sanguíneos no pueden suministrar sangre al corazón y al cerebro, que se dañan. El humo del tabaco está lleno de sustancias que dañan los pulmones, los vasos sanguíneos y el corazón. Ocupan el lugar del oxígeno dentro de la sangre que el corazón y el cerebro necesitan para funcionar correctamente. El consumo de tabaco aumenta en gran medida las probabilidades de sufrir un ataque o un accidente cerebrovascular. El tabaco también causa cáncer y enfermedades pulmonares, y daña a los bebés durante el embarazo. Inhalar el humo del tabaco de otros fumadores es tan dañino como fumar uno mismo. Para diagnosticar el tipo de accidente cerebrovascular que ha sufrido, los médicos tomarán su historial médico, lo examinarán y le realizarán pruebas como una tomografía computarizada (TC) y una resonancia magnética (RM). Estas pruebas mostrarán si ha sufrido un accidente cerebrovascular isquémico (causado por un bloqueo) o una hemorragia intracerebral (causada por la rotura de un vaso sanguíneo en el cerebro). El médico probablemente le recetará medicamentos para ayudar a aliviar los síntomas y prevenir futuros accidentes cerebrovasculares, y le dará consejos sobre cómo cambiar su estilo de vida para reducir el riesgo. Si sigue esta recomendación, obtendrá los mejores resultados posibles. Escuche atentamente las instrucciones de su médico y haga preguntas si lo desea. Para algunos pacientes, los procedimientos quirúrgicos especiales para abrir el bloqueo de las arterias del cuello, como la endarterectomía carotídea o la colocación de un stent, pueden ayudar a prevenir futuros accidentes cerebrovasculares. Depresión: esto es común después de un ataque cardíaco, y la participación de sus seres queridos y grupos de apoyo puede ayudar. Algunas personas experimentan complicaciones después de un ataque cardíaco. Dependiendo de la gravedad del evento, estas pueden incluir: