K Chaidanya, S Shaji, PA Abdul Niyas, V Sejian, Raghavendra Bhatta, M Bagath, GSLHVP Rao, EK Kurien y Girish Varma
El cambio climático y la disponibilidad de nutrientes en el ganado: impacto y mitigación
El ganado es una parte integral de cualquier sistema agrícola en todo el mundo. La producción ganadera optimizada depende de muchos factores como el estrés ambiental, los factores climáticos, el estado de salud, la disponibilidad de nutrientes y el potencial genético. En el escenario del cambio climático, el estrés nutricional actúa como el estrés indirecto más importante que afecta al ganado, lo que conduce a una disminución del rendimiento, una menor eficiencia, un aumento de la mortalidad y también afecta al sistema inmunológico. Los animales en los trópicos se enfrentan al problema de la baja disponibilidad de alimento durante el verano y esto conduce a un estrés nutricional severo para el ganado que pasta en las tierras de pastoreo bajas. La desnutrición reduce la calidad y la cantidad de la producción de leche, afecta el potencial de crecimiento y reduce el puntaje de condición corporal (BCS), induce pérdida de peso estacional (SWL) y también disminuye la capacidad reproductiva de los animales, reduce la tasa de fertilidad, la calidad del embrión, la expresión del comportamiento del celo, altera el desarrollo folicular, compromete la competencia de los ovocitos e inhibe el desarrollo embrionario, reduce el peso al nacer de los terneros, reduce la producción de esperma, disminuye la motilidad de los espermatozoides y aumenta la proporción de espermatozoides morfológicamente anormales en el eyaculado. La menor disponibilidad de nutrientes también altera la actividad endocrina y hormonal del ganado, lo que produce cambios fisiológicos y una disminución de la eficiencia reproductiva. Los animales expuestos al estrés ambiental pueden hacer frente a los efectos adversos del estrés cuando no se ven comprometidos sus requerimientos nutricionales. Por lo tanto, para mantener la productividad, se deben adoptar intervenciones nutricionales adecuadas, como la gestión del forraje durante el período seco, la utilización de recursos alimentarios no convencionales como alternativas, la suplementación con antioxidantes durante el período de estrés y también estrategias de gestión del agua para los recursos hídricos superficiales y subterráneos, tanto a nivel local como nacional, ya que el agua fresca y libre de contaminación es crucial para la producción animal. Estos esfuerzos garantizarán rendimientos económicamente viables en las granjas ganaderas en el escenario de cambio climático.