La adicción al comportamiento es un patrón de comportamiento que sigue un ciclo similar al de la dependencia de sustancias. Los adictos conductuales tendrán la compulsión de adoptar una conducta que les proporcione placer para afrontar el estrés; la mayoría de las adicciones físicas a sustancias como el alcohol, la heroína o los barbitúricos también tienen un componente psicológico. Por ejemplo, un alcohólico que no ha consumido alcohol durante años puede que todavía tenga ansias de beber. Así, algunos investigadores creen que debemos considerar las dependencias físicas y psicológicas de una variedad de sustancias, actividades y conductas como un proceso adictivo y como conductas adictivas. Además de la adicción a las drogas o al alcohol, algunas personas sufren adicciones conductuales, que pueden ir desde trastornos alimentarios hasta el juego, las compras y la pornografía. Los trastornos como el trastorno obsesivo-compulsivo, la ansiedad y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad se consideran trastornos del comportamiento. Muchos niños que experimentan estos trastornos también sufren de depresión e incluso pueden presentar comportamientos violentos en determinados casos. Este trastorno incluye una amplia gama de síntomas como hablar excesivamente, preocupación constante, inquietud, preocupación, dificultades para dormir, sentimiento de negatividad. Debido a que los trastornos de conducta envuelven una gama tan amplia de trastornos, puede ser difícil determinar el trastorno de conducta exacto que sufre un individuo. de. El asesoramiento y otras terapias conductuales son elementos críticos de la rehabilitación. Los medicamentos son un elemento crucial del tratamiento para muchos pacientes, y el posible uso de drogas durante el tratamiento debe ser monitoreado continuamente.