La sobredosis y la toxicidad de los opioides se producen debido al uso excesivo de narcóticos y drogas a base de opioides como morfina, codeína, heroína, narcóticos opioides sintéticos y metadona. Los síntomas incluyen pupila puntual, hipotensión y agitación. La intoxicación por opioides ocurre cuando se toma demasiada cantidad de un medicamento opioide. Su nivel de intoxicación depende de la cantidad de droga que tome. Las drogas opioides comunes incluyen metadona, morfina, heroína y codeína. A veces puede resultar difícil saber si una persona está simplemente muy drogada o si está experimentando una sobredosis. A continuación se presentará información sobre cómo notar la diferencia. Si tiene dificultades para notar la diferencia, lo mejor es tratar la situación como si fuera una sobredosis. Los síntomas de una sobredosis de opioides son: la cara está muy pálida o húmeda, la respiración es muy lenta y superficial, errática o se ha detenido, está despierto, pero no puede hablar, vomita, no responde a estímulos externos. El tratamiento incluye soporte respiratorio, incluido oxígeno suplementario, un medicamento llamado naloxona, que ayuda a bloquear el efecto del medicamento en el sistema nervioso central (dicho medicamento se llama antagonista narcótico). Se necesita una evaluación psiquiátrica para todas las exposiciones con intención suicida. Debido a su efecto en la parte del cerebro que regula la respiración, los opioides en dosis elevadas pueden provocar depresión respiratoria y la muerte. Se puede prevenir la sobredosis de opioides aumentando la disponibilidad de tratamientos para la dependencia de opioides, incluso para quienes dependen de opioides recetados, y reduciendo la prescripción irracional o inapropiada de opioides.