Junto con los cambios que ocurren físicamente a medida que envejecemos, también ocurren cambios en nuestros patrones de sueño que son consecuencias del proceso normal de envejecimiento. A medida que envejecemos, nuestros patrones de sueño cambian, incluidos trastornos del sueño y despertarnos cansados todas las mañanas.
Las personas mayores descubren que el envejecimiento les dificulta iniciar el sueño o conciliar el sueño y pasan menos tiempo en sueño profundo. El insomnio es el problema de sueño más común que sufren las personas mayores. Algunas personas mayores experimentan trastornos psiquiátricos y problemas fisiológicos que afectarán la cantidad y calidad del sueño.
Los trastornos del sueño, como la apnea del sueño, el síndrome de piernas inquietas, el trastorno del movimiento periódico de las extremidades y el trastorno de conducta REM, pueden estar asociados con el envejecimiento en algunos casos.