El síndrome de piernas inquietas (SPI) es un trastorno de la parte del sistema nervioso que provoca la necesidad de sacudir y mover las piernas. También se considera un trastorno del sueño ya que suele interferir con el sueño. La mayoría de las personas con síndrome de piernas inquietas tendrán dificultades para iniciar el sueño y permanecer dormido.
Las personas con este síndrome sienten sensaciones intensas en las piernas al sentarse o acostarse, acompañadas de una necesidad irresistible de mover la extremidad afectada. Estas sensaciones afectan con menos frecuencia a los brazos, el tronco o la cabeza. Aunque las sensaciones pueden ocurrir en un solo lado del cuerpo, con mayor frecuencia afectan a ambos lados. Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de desarrollar el síndrome de piernas inquietas. Esta afección también es más común en la mediana edad, pero los síntomas pueden desarrollarse a cualquier edad, incluida la niñez.
El síndrome de piernas inquietas se asocia con la disfunción de los circuitos de los ganglios basales del cerebro que utilizan el neurotransmisor dopamina, que es necesario para producir actividad y movimiento muscular suave y decidido. La interrupción de estas vías frecuentemente resulta en movimientos involuntarios.
El síndrome de piernas inquietas se puede tratar sintomáticamente moviendo las extremidades afectadas, lo que puede proporcionar un alivio temporal. A veces, los síntomas del SPI pueden controlarse mediante una afección médica asociada, como neuropatía periférica o diabetes.